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Si no está roto… no lo arregles

 

Hay un dicho popular que dice “Si no está roto… no lo arregles”. Este hace referencia a que si algo funciona, si algo está bien… ni le muevas, porque cabe la posibilidad de que lo empeores.

Uno desearía que esta frase se la aprendiera de memoria la gobernadora electa Evelyn Salgado Pineda.

Y es que pasa que, como usted sabrá, estimado lector, la hija del autonombrado “Toro sin cercas” convocó a sus Foros Regionales de Consulta Ciudadana “Transformando Guerrero”, asegurando que las ideas ahí expresadas las incluirá en su Plan Estatal de Desarrollo 2021-2027. 

Bastantes suspicacias dejó el ejercicio, que por principio de cuentas estuvo muy mal organizado. Parece que lo hicieron “a la carrera”, mal planeado, sin tomar en cuenta las necesidades reales de los guerrerenses. Parece incluso que lo hicieron nada más “por cumplir”, pues ya tienen todo planeado de acuerdo a su propia agenda y a la agenda morenista. Pero como hemos dicho en anteriores ocasiones –y esta vez no será la excepción- es nuestro deber darle el beneficio de la duda a la gobernadora electa.

Pongamos que sí… que en realidad quiere saber el sentir de los guerrerenses para dirigir con soltura y seguridad su administración.

El primer consejo que le daría un servidor es, precisamente, “Si no está roto… no lo arregles”.

Lo hemos expresado antes y lo seguiremos diciendo: los guerrerenses estamos cansados de que, con cada cambio de gobierno, sufrimos un cambio de ocurrencias. No hay política que perdure un sexenio.

Pocos han sido los gobernadores que reconocen los avances de sus antecesores y que le dan seguimiento a sus políticas valiosas y de impacto.

En el contexto actual, da la casualidad que hay y bastantes políticas que han sido exitosas en la administración de Héctor Astudillo Flores. Por principio de cuentas, el tema de la gobernabilidad es uno de los grandes éxitos del actual mandatario.

¡Vaya!, aunque no nos vaya mejor… ¡con que se mantenga, nos conformamos!

Porque, si sucediese lo contrario, si no hacen bien su trabajo, si siguen improvisando a tontas y locas… lo más probable es que lleguemos a un punto de retroceso, donde perdamos todas las batallas ganadas y acabemos caminando por la senda del “mal en peor”.

Es completamente necesario que Evelyn Salgado Pineda deje a un lado la soberbia y reconozca, como lo ha hecho Olga Sánchez Cordero, como lo ha hecho el presidente Andrés Manuel López Obrador, como lo hacemos miles de guerrerenses, que estamos muy lejos de ser un estado perfecto, pero que ha habido avances muy importantes en la administración de Héctor Astudillo, avances a los que se les debería de dar seguimiento.

Sigamos en la misma ruta de la gobernabilidad democrática. Sigamos en la misma ruta de disminuir los índices delincuenciales. Sigamos en la misma ruta de las cuentas claras y de la transparencia. Sigamos en la misma ruta de la austeridad lógica y plausible y no de la austeridad franciscana y utópica.

Es tiempo de que la gobernadora electa ponga en evidencia la preparación que tiene… Es necesario que demuestre a todos los guerrerenses que son unos locos los que aseguran que su padre es la que decide por ella. Es tiempo de que la gobernadora muestre su independencia plena y no se someta a revanchismos políticos ni a visiones de cortas entendederas.

Los guerrerenses queremos caminar por el desarrollo real. Queremos dejar de caminar como los cangrejos y salir del atolladero que nos han dejado los errores de las administraciones anteriores.

El gobierno encabezado por Astudillo Flores no ha sido perfecto, pero ha dado pasos importantísimos para que Guerrero deje de ser ese estado sumido en el atraso y la pobreza.

Gobernadora Evelyn Salgado Pineda ¡No tire abajo los avances!

¡Dele seguimiento a lo que se estaba haciendo bien! ¡Perfeccione lo que tenía fallas! ¡Innove donde nadie ha innovado! 

Ubíquese en la historia de Guerrero como una aliada de los guerrerenses. No de Morena, no del presidente… ¡De los guerrerenses que la eligieron!

Entonces, y sólo entonces, podríamos empezar a creer en una verdadera Transformación, y no en la Transformación de Cuarta.

Editorial

 
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